Interesante editorial sobre los hábitos de la gente longeva en Japón y según ellos la alimentación es lo más importante.
«Japón es la nación más envejecida del mundo. El número de ancianos que supera los 100 años aumenta cada año y ha llegado a las 86.510 personas en 2021. Una encuesta realizada a 100 centenarios sanos, que no están postrados en cama ni hospitalizados, sugiere cuál el secreto de su larga y saludable vida.»
Que entiendo por buenos hábitos? Para ello primero veremos que dice la RAE: «Hábito es el modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas». Entonces respetando esa definición por mi parte agrego lo que denomino «buenos hábitos» y que estén acompañados por un estado de consciencia que impregne a esos nuevos hábitos lo más posible.
Cuales fueron algunos de esos hábitos que elegí adquirir en estos años?
Dejar de fumar
Durante muchos años, intentos infructuosos fueron creando en mi el sentimiento que nunca podría dejar de fumar. Porque hacerlo? Sólo cuando tuve una profunda razón personal con mucho compromiso emocional, fue posible hacerlo y para siempre.
No más carne!
Esta decisión vino de la mano de mi reconocimiento como un ser humano comprometido con mi salud y del impacto que mis hábitos alimenticios generaban al medio ambiente.
A mover el cuerpo
Hacer durante algún tiempo prácticas como Yoga, caminatas en la naturaleza, respiración energética consciente, acampe y viajes al campo, entre otras.
Prácticas alternativas
Meditación Trascendental, la Orinoterapia, el Ayuno, la Meditación Vipassana, Rebirthing, entre algunas otras.
Sobre mis creencias
Ejercicios de visualizaciones, identificar la mentira personal, aprender el poder de los mantras.
Autoconocimiento y Autocompasión
Descubriendo la verdadera naturaleza del amor en mi y en las demás personas.
Ocio Productivo
Descubrir los beneficios del ocio para el cuerpo y la mente.
Cada uno de estos puntos son algunos ejemplos que podrían ser ampliados con detenimiento y que tiempo de práctica transcurrieron y cómo profundicé en cada uno.
Otro aspecto muy importante que merece un apartado especial son mis alimentos. Los hábitos que fui incorporando con los años, se apoyaron también en otra alimentación, hasta que en el año 2000 me volqué a una dieta ovo-lacto-vegetariana (*) hasta el día de hoy. Aquí verás que forma parte de mi alimentación: «Mis alimentos«
(*) La dieta ovolactovegetariana es aquella que no contiene productos de origen animal, salvo huevo, lácteos y miel. En general, los alimentos de origen vegetal tienen menor concentración y biodisponibilidad de nutrientes esenciales y energía que los alimentos de origen animal. Sin embargo, si se incluyen algunos alimentos de origen animal (huevos, lácteos y derivados, etc) se disminuye significativamente el riesgo de carencias nutricionales.